Una orden judicial en Nueva York obliga a OpenAI a conservar todos los registros de chat de ChatGPT, incluidos los borrados, debido a una demanda del New York Times por infracción de derechos de autor. La medida ha generado controversia sobre privacidad y posible vigilancia masiva. Usuarios y defensores de la privacidad critican la decisión, que consideran una violación de derechos fundamentales. OpenAI rechaza la orden y ha apelado, mientras que la jueza sostiene que no es vigilancia, sino retención por motivos legales. La situación podría chocar con las normativas de privacidad de la UE, especialmente el RGPD, que protege el derecho al olvido y minimización de datos. Reguladores europeos podrían intervenir si se afecta a ciudadanos de la UE, lo que plantea el riesgo de restricciones de ChatGPT en Europa.
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