Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha generado descontento en Crescent Park, un exclusivo barrio de Palo Alto, California, al transformar la zona en un área de extrema seguridad. Desde su llegada hace 14 años, ha adquirido 11 viviendas por 110 millones de dólares, construyendo un complejo residencial con medidas de seguridad intensivas, incluyendo cámaras y guardias privados, lo que ha cambiado la dinámica del vecindario.
Los vecinos, que antes disfrutaban de un entorno tranquilo y comunitario, ahora perciben una atmósfera de vigilancia. Zuckerberg apenas interactúa con ellos, pero su presencia es tangible a través de las fortificaciones y el personal de seguridad que rodean sus propiedades. Ha comprado casas cercanas ofreciendo sumas muy superiores a su valor de mercado, provocando que muchas familias se muden.
Además, ha cerrado una escuela para familias humildes, mientras mantiene una privada en su complejo, lo que contraviene regulaciones municipales. La situación ha desdibujado el antiguo sueño californiano del barrio, sustituyendo el ambiente familiar por un entorno de constante observación, lo cual ha generado un notable malestar entre los residentes restantes.
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