Xiaomi, conocido por su excelente relación calidad-precio, también es apreciado por su flexibilidad en software. Gracias a su enfoque en el ecosistema open source, muchos usuarios han encontrado en sus dispositivos la facilidad para modificar el sistema operativo, incluso eliminando componentes de Google.
La popularidad de Xiaomi entre los entusiastas se debe a su política de liberar el bootloader, permitiendo instalar ROMs alternativas. Además, la empresa comparte el núcleo de Android de sus dispositivos, facilitando el trabajo de desarrolladores que crean versiones personalizadas del sistema operativo. Esto se complementa con el uso de chips Qualcomm, que ofrecen mejor soporte que otros fabricantes como MediaTek.
Modelos como el Poco F1, a pesar de los años, siguen recibiendo actualizaciones de ROMs gracias a su comunidad activa. Sin embargo, los modelos más recientes, como los Redmi Note 13 y 14, tienen menos desarrollo debido a cambios en la política de Xiaomi y la menor popularidad de sus chips actuales.
Las alternativas fuera del ecosistema Android son limitadas pero existen. Distribuciones como Ubuntu Touch y Sailfish OS permiten explorar un uso sin Google, aunque son menos estables y requieren un enfoque técnico avanzado para su instalación. Estos sistemas ofrecen una experiencia diferente, pero conllevan riesgos como la pérdida de ciertas funcionalidades y el potencial de inutilizar el dispositivo si no se instala correctamente.
En resumen, Xiaomi ofrece no solo buenos precios, sino también una puerta hacia un ecosistema más abierto y personalizable, permitiendo a los usuarios aventurarse fuera del entorno de Google si así lo desean. Sin embargo, este camino no está exento de riesgos y exige a los usuarios un conocimiento técnico más profundo.
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