El debate sobre la productividad en el teletrabajo sigue vigente, y un nuevo estudio revela que trabajar desde casa puede perjudicar las oportunidades de ascenso. La investigación, realizada por la empresa Deel, muestra que un tercio de los trabajadores europeos teme que la distancia física afecte negativamente sus carreras.
Muchos empleados están dispuestos a vivir lejos de las oficinas para tener viviendas más asequibles o estar cerca de la familia, incluso adaptándose a horarios distintos. Sin embargo, sienten que el rendimiento no es suficiente para avanzar profesionalmente. Observan que los gerentes tienden a favorecer a quienes están físicamente presentes, convirtiendo las interacciones en la oficina en oportunidades de promoción.
Un ejemplo de esta tendencia es Dell, que ha advertido a sus empleados que quienes no regresen a la oficina podrían ver limitadas sus posibilidades de ascenso. Esto ha generado dos tipos de empleados: los ascendibles por proximidad y los excluidos por su ubicación.
Expertos en recursos humanos advierten que las empresas deben reconsiderar sus modelos tradicionales de trabajo. Con el teletrabajo y los modelos híbridos en aumento, es necesario ampliar las prácticas de contratación y la cultura laboral para aprovechar el talento global. A pesar de que muchos empleados desean mudarse para mejorar su calidad de vida, el deseo de control de algunos jefes dificulta estos cambios. Más de la mitad de los gerentes priorizan contrataciones locales, a pesar de reconocer que esto limita el acceso a habilidades necesarias.
La situación refleja la necesidad de un cambio en la mentalidad empresarial para adaptarse a una fuerza laboral más dispersa y diversa.