
Rod Holt, ingeniero eléctrico, jugó un papel crucial en el éxito del Apple II gracias a su diseño innovador de una fuente de alimentación conmutada. Este avance permitió que el ordenador fuera más compacto y eficiente, estableciendo un nuevo estándar en la industria. Holt, residente de San Francisco, se interesó desde joven por la electrónica y llegó a Apple en 1976 tras ser reclutado por Steve Jobs desde Atari, donde trabajaba junto a Steve Wozniak.
A pesar de su contribución esencial, la relación de Holt con Apple terminó abruptamente. Asegura que fue «engañado» por Jobs con un título rimbombante pero un salario decepcionante. Sin embargo, cuando Apple salió a bolsa en 1980, su participación en acciones lo convirtió en multimillonario. A pesar de su éxito financiero, su puesto en la empresa no era estable, y según algunas fuentes, fue forzado a irse, mientras que otras sostienen que se retiró voluntariamente en 1982.
Tras su salida de Apple, Holt trabajó como consultor en energías renovables, manteniéndose alejado del foco mediático. Su diseño para el Apple II sigue siendo influyente en las fuentes de alimentación modernas. La incertidumbre sobre su salida de Apple refleja los cambios organizacionales de la empresa en esa época. Holt permanece como una figura clave, aunque a menudo olvidada, en la historia de Apple.