
El cerco regulatorio a Apple se extiende más allá de la UE, con Reino Unido catalogando a la empresa como poseedora de un «estatus de mercado estratégico». Esto podría obligar a la compañía a realizar cambios significativos en sus sistemas operativos para fomentar la competencia, al igual que ya ocurrió en la Unión Europea con la Ley de Mercados Digitales (DMA).
La normativa europea, vigente desde marzo del año pasado, obligó a Apple a permitir tiendas de aplicaciones alternativas a la App Store, la eliminación de aplicaciones nativas para configurar otras como predeterminadas, y la apertura del chip NFC a más alternativas de pago, entre otras medidas. Estos cambios comenzaron a implementarse con iOS 17.4.
Reino Unido, mediante su Autoridad de Competencia y Mercados (CMA), también investiga a Apple y Google, buscando introducir regulaciones que promuevan una mayor apertura en sus sistemas. Aunque aún no se han detallado las medidas específicas, se espera que Apple pueda tener que reducir su comisión del 30% en compras in-app y permitir la instalación de aplicaciones por vías diferentes a la App Store.
Apple ha expresado su oposición a regulaciones que considera una amenaza para la privacidad y seguridad de los usuarios, aunque ha reiterado su compromiso de cumplir con las leyes. La empresa ya implementó cambios en Europa a regañadientes y se espera que haga lo mismo en Reino Unido, aprovechando la experiencia previa.
Esta tendencia regulatoria no se limita a Europa y Reino Unido. Países como Estados Unidos y Japón también están considerando medidas similares para garantizar una competencia más justa entre las grandes tecnológicas. Esto podría llevar a un iOS más homogéneo a nivel global, con características que permitan una mayor libertad a los usuarios en la elección de aplicaciones y servicios.