El Reino Unido ha desistido de su demanda a Apple para crear una «puerta trasera» que permitiera acceder a datos cifrados de iCloud. La decisión fue anunciada por la directora de Inteligencia Nacional de EE. UU., Tulsi Gabbard, tras negociaciones con Londres. Esta exigencia, basada en la Investigatory Powers Act británica, llevó a Apple a retirar su cifrado extremo a extremo en iCloud en el Reino Unido. La empresa ha mantenido su postura de no implementar sistemas que comprometan la seguridad de sus usuarios.
La polémica comenzó cuando en enero el Reino Unido emitió una orden secreta para que Apple proporcionara acceso excepcional a datos cifrados a nivel global, lo que generó rechazo en EE. UU. por violar la Ley CLOUD y el riesgo de vulnerabilidades explotables por ciberdelincuentes. Apple, en respuesta, eliminó la función de cifrado extremo para nuevos usuarios británicos y llevó el caso a los tribunales.
La reciente renuncia del Reino Unido coincide con una visita del primer ministro Keir Starmer a Washington, sugiriendo que la diplomacia de alto nivel ha jugado un papel en la decisión. Aún no se sabe si Apple restablecerá el cifrado extremo a extremo en el Reino Unido.
El debate sobre la seguridad de datos cifrados sigue en Europa, donde propuestas como el «Chat Control» intentan obligar al escaneo de comunicaciones, amenazando la privacidad y el modelo de cifrado extremo a extremo.