Instalar la beta de watchOS 26 en mi Apple Watch Series 8 ha sido un error. Aunque la nueva esfera Liquid Glass es atractiva y el sistema no presenta grandes fallos, el principal problema es la duración de la batería, que se ha reducido drásticamente. Además, una vez que se instala una beta en el Apple Watch, no es posible regresar a una versión estable de forma sencilla, a diferencia de lo que ocurre con los iPhones. La única opción sería que Apple lo haga, pero esto no está permitido bajo el acuerdo de las betas, lo que también implica una pérdida temporal de la garantía. La autonomía del reloj se ha visto tan afectada que, en ocasiones, he tenido que cargarlo dos veces al día. Esto subraya la importancia de considerar las implicaciones antes de instalar una beta, especialmente en dispositivos como el Apple Watch donde revertir el cambio no es una opción fácil. Con suerte, la versión final de watchOS 26 se lanzará pronto y resolverá estos problemas.
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