
En marzo de 2023, Elon Musk firmó una carta junto a figuras como Steve Wozniak, pidiendo una moratoria en el desarrollo de modelos de IA más avanzados que GPT-4, debido a preocupaciones éticas y sociales. Sin embargo, dos años después, Musk lanza Grok 4, un modelo de lenguaje avanzado que desafía aquella petición.
La carta, promovida por el Future of Life Institute, destacaba los riesgos de la desinformación, la sustitución de empleos humanos y la posibilidad de crear inteligencias incontrolables. Aunque la moratoria nunca se implementó, Musk decidió seguir adelante fundando xAI, su propia empresa de IA.
Grok 4, desarrollado por xAI, se presenta como más potente y preciso que sus competidores. Con variantes para uso general y desarrollo de software, destaca por su entrenamiento en un clúster de IA con más de 200.000 GPU Nvidia. Ha obtenido altos puntajes en pruebas de razonamiento humano y precisión, integrándose con vehículos Tesla y la red social X.
El rápido desarrollo de Grok, que ha avanzado a su cuarta versión en menos de dos años, levanta preguntas sobre las verdaderas intenciones de Musk. Algunos consideran este cambio de postura como una estrategia pragmática en un mercado competitivo, mientras otros ven incoherencia en su liderazgo en un campo que previamente pidió frenar.
A lo largo de su carrera, Musk ha oscilado entre advertir sobre los peligros de la IA y ser un incansable innovador en el mismo campo. Esta dualidad refleja una complejidad en su enfoque hacia el desarrollo tecnológico y su impacto en la sociedad.