
El nuevo macOS 26 Tahoe ha traído un soplo de aire fresco con su diseño «Liquid Glass», que rejuvenece la experiencia de usuario en el Mac. Aunque las funciones y la productividad no cambian drásticamente, el diseño más fluido y moderno hace que volver a macOS Sequoia se sienta como un retorno al pasado. La nueva interfaz es más clara y las interacciones son más naturales, reflejando el mismo lenguaje que en los dispositivos iOS y iPadOS. A pesar de tratarse de una beta, Tahoe ofrece un rendimiento sorprendentemente bueno, incluso en dispositivos más antiguos como el MacBook Air M1. Sin embargo, se recomienda cautela al instalar betas en dispositivos principales debido a posibles instabilidades. La versión final de macOS Tahoe, prevista para otoño, promete ser una actualización recomendable para la mayoría de los usuarios. Mientras tanto, los usuarios deben seguir con Sequoia si dependen de un sistema operativo estable para su trabajo diario. El contraste entre ambos sistemas destaca lo mucho que Tahoe ha avanzado en términos de diseño y experiencia visual, haciendo que Sequoia parezca más estático y menos fluido en comparación. Aunque Tahoe todavía está en fase de pruebas, el entusiasmo por su lanzamiento final es palpable entre los usuarios que ya han tenido la oportunidad de probarlo.