Klarna, la empresa de servicios financieros, ha decidido que sus empleados trabajen desde la oficina tres días a la semana a partir del 29 de septiembre. Esta medida llega después de cinco años de teletrabajo total, una política que había sido bien recibida por muchos empleados. Según Mikaela Mijatovic, directora de personal, la decisión se basa en la pérdida de talento que la compañía ha experimentado, ya que considera que la colaboración presencial es fundamental.
Durante la pandemia, Klarna había adoptado un modelo de trabajo completamente flexible, sin días obligatorios en la oficina. Sin embargo, la empresa ahora argumenta que el trabajo presencial fomenta una mejor conexión entre los empleados y facilita el intercambio de ideas.
La medida ha generado cierta polémica entre los empleados, especialmente aquellos que fueron contratados para teletrabajar y que no residen cerca de las oficinas. Además, choca con numerosos estudios que señalan que los profesionales talentosos prefieren empleos con mayor flexibilidad laboral. Informes recientes muestran que las empresas que prohíben el teletrabajo experimentan un aumento en la rotación de personal, especialmente entre mujeres y gerentes de nivel medio.
Klarna, que está a punto de salir a bolsa, busca con esta medida mejorar su competitividad en el mercado laboral. A pesar de haber sido la startup más valiosa de Europa en 2021, su valoración ha caído significativamente, y ahora intenta recaudar 1.720 millones de dólares en su debut en la Bolsa de Nueva York. La compañía también ha enfrentado desafíos al depender de la inteligencia artificial para reemplazar a empleados, una decisión que tuvo que revertir.