El nuevo iPhone Air de Apple sorprende no solo por su diseño ultrafino, sino también por su innovador interior. La compañía ha introducido los módems C1X y N1, que representan un importante paso en su estrategia de independencia tecnológica. El C1X, desarrollado internamente, mejora la conectividad 5G y es más eficiente energéticamente comparado con sus predecesores, superando en algunos aspectos a los chips de Qualcomm. Esto es crucial para el iPhone Air, que cuenta con una batería más pequeña. Por su parte, el N1, integrado en el procesador A19, lleva Wi-Fi 7 y Bluetooth 6.0, mejorando la eficiencia y velocidad de transferencia de archivos.
Apple ha estado trabajando durante años para reducir su dependencia de Qualcomm, lo que se refleja en estos nuevos chips. Aunque los iPhone 17 aún utilizan módems de Qualcomm, el iPhone Air marca un camino hacia la integración total de componentes desarrollados por Apple. Este enfoque permite a la empresa californiana ofrecer una mejor sinergia entre hardware y software, asegurando una experiencia de usuario más fluida y eficiente.
Estos avances no solo muestran una mejora técnica, sino que también reflejan la intención de Apple de consolidar un ecosistema propio y cohesionado. La estrategia de «yo me lo guiso y yo me lo como» sigue siendo clave para Apple, permitiéndole controlar completamente el desarrollo de sus dispositivos, desde los procesadores hasta los módems, garantizando así un rendimiento optimizado y una mayor autonomía. El iPhone Air no es solo un dispositivo ultrafino, es un testimonio del futuro de Apple en su camino hacia la independencia tecnológica.