La nueva versión de iPadOS 26 ha revolucionado el uso del iPad, acercándolo más que nunca a la experiencia de un Mac. Durante varias semanas, se ha probado el iPad Air M1 con esta actualización, revelando mejoras significativas que lo convierten en una herramienta de trabajo más versátil.
Una de las novedades más destacadas es el renovado sistema de ventanas, que permite gestionar múltiples aplicaciones de manera similar a macOS. Ahora es posible tener varias ventanas abiertas simultáneamente, lo que favorece una multitarea más efectiva. Además, el sistema ha incorporado el clásico «semáforo» de macOS para cerrar, minimizar y maximizar ventanas, lo que facilita el control y organización del espacio de trabajo.
El iPadOS 26 también optimiza los procesos en segundo plano, permitiendo que las aplicaciones completen tareas sin necesidad de permanecer abiertas, una funcionalidad que antes era exclusiva de los Mac. Esta mejora habilita una gestión de recursos más eficiente y una experiencia de usuario más fluida, incluso en dispositivos con el chip M1.
No obstante, el sistema aún presenta ciertas limitaciones. Algunas aplicaciones no ofrecen todas las funciones avanzadas disponibles en sus versiones para macOS, como es el caso de Photoshop. Asimismo, el sistema de archivos sigue siendo menos flexible que el Finder de Mac, lo que podría ser un inconveniente para usuarios que trabajan con archivos pesados o múltiples formatos.
Pese a estas limitaciones, la experiencia general ha sido positiva, mostrando un notable avance respecto a versiones anteriores. Además, las nuevas funcionalidades de iPadOS 26 estarán disponibles en una amplia gama de modelos de iPad, desde la 8ª generación de 2020 hasta los modelos más recientes, lo que garantiza que muchos usuarios puedan beneficiarse de estas mejoras.
En conclusión, iPadOS 26 ha dado un salto significativo hacia la conversión del iPad en una herramienta de trabajo más completa y eficiente, acercándose cada vez más a las capacidades de un Mac. Aunque aún hay margen para mejorar, estas novedades suponen un paso importante en la evolución del iPad como dispositivo de escritorio.