
Preston Thorpe, encarcelado por delitos relacionados con drogas, ha sido contratado por una startup de bases de datos gracias a su destacada contribución a un proyecto de código abierto. Tras años en prisión, Thorpe encontró en la programación un nuevo propósito. Gracias a un programa pionero en Maine que permite a reclusos trabajar remotamente y estudiar, Thorpe se ha reinventado, logrando un puesto como ingeniero de software senior.
Su historia refleja cómo el talento puede surgir en cualquier circunstancia y resalta la efectividad de programas de rehabilitación que combinan educación y trabajo remoto. En Maine, donde se implementan estas iniciativas, la tasa de reincidencia es considerablemente menor que en otros estados de EE.UU. Para Thorpe, el mundo del código abierto no solo le ha brindado una carrera, sino también una nueva identidad más allá de sus antecedentes penales.