
Las herramientas de inteligencia artificial generativa de Google, como sus resúmenes automáticos, han comenzado a ser explotadas por estafadores para difundir información falsa, engañando incluso a usuarios experimentados. Un caso reciente destaca cómo un agente inmobiliario fue víctima de un fraude al buscar en Google el número de atención al cliente de una naviera. La IA de Google le mostró un número falso, gestionado por estafadores que le hicieron pagar 768 dólares por un servicio inexistente. Aunque logró recuperar el dinero, el incidente revela un problema creciente.
Tradicionalmente, los estafadores compraban publicidad en buscadores para que sus números falsos aparecieran en los primeros resultados. Ahora, la IA de Google actúa como amplificador involuntario, recopilando y presentando información no verificada de fuentes poco fiables. Esto ha permitido que los mismos números fraudulentos se asocien con varias grandes navieras.
Google ha afirmado que la mayoría de sus resúmenes de IA son efectivos en dirigir a los usuarios a información oficial, pero expertos critican la excesiva confianza en la IA para verificar datos críticos como números de teléfono, sugiriendo que se prioricen bases de datos verificadas como Google Business Profiles.
El fenómeno también refleja una tendencia psicológica: confiamos en los primeros resultados de búsqueda, lo que se convierte en una debilidad explotable. Más allá de los números falsos, las IA generativas pueden proporcionar URLs incorrectas, facilitando páginas de phishing.
Para protegerse, se recomienda verificar números y direcciones en las fuentes oficiales, desconfiar de respuestas demasiado fáciles y estar atentos a detalles sospechosos.