Una mujer en Londres casi fue víctima de un fraude en Airbnb tras ser acusada falsamente de dañar un apartamento en Nueva York. El anfitrión utilizó imágenes generadas por inteligencia artificial para reclamar 12.000 libras (unos 9.000 euros) por supuestos daños como un colchón manchado y un televisor roto. La huésped, que había dejado el apartamento antes por inseguridad en el barrio, notó inconsistencias en las fotos y apeló la decisión de Airbnb, que inicialmente le había exigido pagar 7.000 dólares. Tras la intervención del diario The Guardian, Airbnb aceptó su apelación, reembolsó parte del coste de la estancia y eliminó una crítica negativa del anfitrión en su perfil. Este caso resalta la facilidad de manipular imágenes con IA y la necesidad de que Airbnb implemente mejores filtros para evitar fraudes similares. La empresa también advirtió al anfitrión por violar sus términos y está investigando el manejo del caso. La afectada, aunque satisfecha con la resolución, expresó preocupación por potenciales víctimas de reclamaciones fraudulentas futuras.