En enero, la cuenta de Hotmail de una persona fue hackeada debido a la falta de autenticación de doble factor y el uso de contraseñas repetidas. Esto desencadenó el acceso no autorizado a varias cuentas como Netflix, Steam, Spotify e Instagram. Aunque algunas, como Spotify, se recuperaron rápidamente, las cuentas de Meta, especialmente Instagram, resultaron ser un desafío mayor.
El Centro de Cuentas de Instagram resultó inútil porque la cuenta de correo asociada también había sido hackeada. Intentar contactar con el soporte de Instagram fue frustrante, ya que el Help Center ofrecía respuestas genéricas y ningún contacto humano. A pesar de rellenar numerosos formularios de recuperación, no hubo respuesta.
Durante semanas, la persona que había hackeado la cuenta eliminó publicaciones, cambió el nombre y la foto de perfil, y añadió nuevos contactos. Aunque se informó a todos los contactos del hackeo y muchos denunciaron la actividad inusual, no hubo una solución inmediata.
Finalmente, después de semanas de esfuerzo, Meta eliminó la cuenta hackeada y la persona afectada pudo abrir una nueva con su nombre original. Sin embargo, perdió todo el contenido anterior: mensajes privados, publicaciones y contactos. La experiencia destaca la importancia de la seguridad de las cuentas y la deficiente atención al cliente de las grandes plataformas.