
Google ha anunciado cambios en la Play Store en respuesta a la presión de la Unión Europea, permitiendo a los desarrolladores dirigir a los usuarios a realizar compras fuera de la plataforma. Esta medida surge para cumplir con la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la UE, que investiga a Google por violar normas al cerrar el acceso a canales alternativos de compra. La compañía reducirá su tarifa inicial del 10% al 3%, aunque implementará una nueva estructura de tarifas.
El cambio, que se aplicará en 30 países europeos, busca evitar una sanción que podría alcanzar el 10% de los ingresos anuales de Google a nivel mundial. Sin embargo, la empresa ha advertido que esta apertura podría exponer a los usuarios a contenido dañino, manteniendo su postura de que las regulaciones europeas podrían frenar la innovación y aumentar el riesgo de fraude.
Google enfrenta una multa de 4.120 millones de euros por abuso de posición dominante en el «caso Android» y ha tenido que ajustar sus servicios en Europa para cumplir con la DMA. Este movimiento también refleja una tendencia global hacia la apertura de sistemas de pago, influidos por un fallo judicial en Estados Unidos contra la compañía.
Para los usuarios, este cambio podría significar más opciones de pago y potencialmente mejores precios, aunque deberán ser cautelosos al realizar transacciones fuera de Play Store.