Un gimnasio en Tres Cantos, Madrid, ha sido multado con 21.600 euros por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) por grabar clases sin el consentimiento de los participantes. El problema surgió cuando un cliente notó que los monitores grababan las sesiones con un móvil. Aunque el gimnasio alegó que el contrato incluía una cláusula de autorización para usar imágenes y vídeos de los clientes, la AEPD encontró que dicha cláusula no estaba claramente especificada en la documentación. Además, calificó de «confusa» la información respecto a la grabación. Inicialmente, la sanción fue de 36.000 euros, pero se redujo a 21.600 euros por pronto pago y reconocimiento de responsabilidad. Esta decisión se basa en la vulneración de varios artículos del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
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