La Generación Z muestra una tendencia a cambiar de trabajo con frecuencia, permaneciendo en sus empleos solo 1,1 años de media, según un estudio. Un 54% de estos jóvenes está constantemente buscando nuevas oportunidades laborales. Este fenómeno no se debe a la inteligencia artificial ni a incrementos salariales, ya que las diferencias salariales entre puestos similares han disminuido.
La razón principal de esta «deslealtad crónica» radica en el deseo de desarrollo personal y profesional. Un 68% de los que cambian de trabajo siente que podría seguir desempeñándose bien en su puesto anterior, pero buscan nuevas experiencias y crecimiento que sus empleos actuales no les ofrecen. La desaparición de roles junior y la falta de un camino claro para avanzar en sus carreras son factores que impulsan este comportamiento.
Para retener a los jóvenes talentos, las empresas deben enfocarse en ofrecer oportunidades de promoción y desarrollo. Aunque perder a empleados con más experiencia puede ser más perjudicial para las empresas, encontrar formas de motivar y promover a los más jóvenes podría ser clave para mantenerlos.