Una nueva tendencia entre la Generación Z en China ha llevado a los jóvenes a adoptar objetos inanimados como «mascotas». Desde masas de levadura hasta manchas de pasta de dientes, estos objetos reciben cuidados y nombres, sirviendo como una respuesta creativa y terapéutica a las presiones sociales y económicas que enfrentan. Plataformas como Taobao han visto un aumento en la venta de «piedras mascota» con nombres y «biografías».
El fenómeno se populariza especialmente con mascotas como la levadura fermentada, que se alimenta y cuida como si fuera un ser vivo, recordando a los Tamagotchi de los años 2000. Los jóvenes defienden que estas prácticas proporcionan una conexión emocional y una rutina sin las demandas de las mascotas tradicionales.
Expertos señalan que esta tendencia refleja el deseo de establecer vínculos sin el riesgo de agotamiento emocional que implican las relaciones con animales o personas reales. Zhao Meng, director del Departamento de Psicología del Hospital Wuhan Wudong, explica que estas «mascotas estáticas» ofrecen una vía de escape emocional y crean una sensación de responsabilidad y conexión sin necesidad de un compromiso considerable.
En un contexto de presión laboral y económica, estas prácticas permiten a los jóvenes encontrar compañía y establecer rutinas de cuidado sin las exigencias de una mascota viva, lo cual se alinea con el creciente interés en China por las mascotas en general, que se espera superen en número a los niños menores de cuatro años para 2030.