
Ben Mann, cofundador de Anthropic, ha compartido en una entrevista su cambio de perspectiva sobre la educación. Hace años, habría buscado que su hija asistiera a una escuela prestigiosa, pero ahora prefiere que sea feliz, curiosa y amable. Su hija asiste a una escuela Montessori, que fomenta la curiosidad y el aprendizaje autónomo, lo que coincide con las ideas que Mann valora en la era de la inteligencia artificial.
Mann sostiene que la curiosidad es una habilidad fundamental para el futuro, en lugar de la mera acumulación de conocimientos académicos. Cree que el desarrollo de la creatividad y la amabilidad también son esenciales para la juventud de hoy. Además, destaca la importancia de ser amable, incluso con las inteligencias artificiales, a las que se refiere como «overlords», aludiendo al temor de una futura insurrección de las máquinas.
En cuanto al impacto de la IA en el empleo, Mann reconoce que nadie es inmune al reemplazo laboral y que, eventualmente, afectará a todos. Anteriormente, trabajó en OpenAI y decidió fundar Anthropic buscando priorizar la seguridad en el desarrollo de IA.