En la próxima década, España verá jubilarse a 5,3 millones de personas, mientras solo 1,8 millones de jóvenes se incorporarán al mercado laboral, según un estudio de la Fundación Adecco. Este desequilibrio, que ya está afectando la capacidad de las empresas para atraer talento, podría agravarse. La solución propuesta es aumentar la inmigración, con la expectativa de que 4,5 millones de extranjeros lleguen al país, de los cuales un 80% estará en edad de trabajar.
Sin embargo, la burocracia actual dificulta que los migrantes obtengan permisos de trabajo, lo cual limita su capacidad para integrarse en el mercado laboral. Adecco subraya la necesidad de mejorar las políticas de cualificación y recualificación para tanto el talento local como el extranjero, promoviendo la formación técnica y digital, y facilitando la homologación de títulos.
Otro desafío es la reticencia a contratar a mayores de 50 años. Con el mercado laboral envejeciendo, discriminar por edad es contraproducente. Adecco destaca la importancia de retener y reenganchar a estos trabajadores mediante fórmulas laborales flexibles, lo que no solo ampliaría la base de talento disponible sino que también mejoraría la transferencia de conocimiento entre generaciones.
El fenómeno migratorio es fundamental para el crecimiento del empleo en España. Según Adecco, los flujos migratorios han evitado una caída demográfica mayor y serán esenciales para compensar la jubilación masiva de los baby boomers. La regulación del estatus de los migrantes es crucial para maximizar su impacto positivo en el mercado laboral español.