La web ha evolucionado, pero HTML, CSS y el DOM siguen anclados en el pasado, limitando el desarrollo web moderno. Steven Wittens, un desarrollador, argumenta que estas tecnologías no están diseñadas para las demandas actuales.
El DOM, la estructura interna que los navegadores usan para mostrar páginas, se ha vuelto demasiado complicado y obsoleto, obligando a los desarrolladores a usar herramientas modernas como React o Vue. HTML, por su parte, carece de semántica adecuada, obligando a improvisar con etiquetas genéricas. CSS, aunque esencial para el diseño, a menudo resulta frustrante debido a su complejidad en la gestión de estilos y alineaciones.
SVG ofrece gráficos escalables, pero su integración con HTML y CSS es problemática. La tendencia de «kitbashing» en el desarrollo web, donde se ensamblan herramientas que no fueron diseñadas para trabajar juntas, es común debido a las limitaciones de HTML y CSS.
Algunas soluciones emergentes, como el uso de <canvas> para renderizar interfaces, intentan superar estas limitaciones, pero presentan sus propios desafíos técnicos. Wittens sugiere que para mejorar, es necesario reestructurar la web separando el contenido, el diseño y la semántica.
Proyectos como Use.GPU y navegadores nuevos como Servo y Ladybird están explorando alternativas, ofreciendo interfaces más rápidas y eficientes. La clave está en rediseñar las bases del desarrollo web para integrar mejor las tecnologías modernas y facilitar el trabajo de los desarrolladores.