El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha anunciado una tarifa de 100.000 dólares anuales para las empresas que contraten trabajadores cualificados extranjeros a través del visado H-1B, afectando directamente a las grandes tecnológicas como Amazon, Meta, Microsoft y Google. Este visado, creado en 1990, permite contratar a personas con cualificaciones avanzadas en campos difíciles de cubrir, especialmente en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
Trump, que ha hecho de la lucha contra la inmigración una de sus banderas, considera que las universidades estadounidenses producen suficientes graduados para cubrir estas posiciones. El secretario de Comercio, Howard Lutnik, ha instado a las empresas a formar a graduados locales en lugar de contratar extranjeros.
Las grandes tecnológicas, que dependen en gran medida de trabajadores internacionales, se ven especialmente afectadas por esta medida. Amazon, por ejemplo, cuenta con más de 10.000 empleados con visado H-1B. Empresas como Microsoft y JPMorgan han aconsejado a sus empleados con este visado que permanezcan en EE.UU. o regresen si están fuera.
Críticos de la medida, como Deedy Das de Menlo Ventures, advierten que dejar de atraer talento extranjero podría limitar la capacidad de innovación y crecimiento económico de EE.UU. Aunque la administración Trump espera recaudar miles de millones para reducir deudas o impuestos, expertos temen que algunas empresas trasladen sus operaciones fuera, debilitando la posición de EE.UU. en sectores clave como la inteligencia artificial.
El coste adicional de la tarifa podría suponer un gasto significativo para las empresas, especialmente para startups y pequeñas empresas, y podría cambiar la dinámica del mercado laboral tecnológico estadounidense.
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