En verano, los robos de móviles aumentan y los ladrones están utilizando ingeniosas técnicas de ingeniería social para despistar a sus víctimas. La Policía Nacional ha advertido sobre un nuevo método en el que participan al menos dos personas. Uno de los ladrones finge ser un turista despistado que necesita ayuda con un mapa, ya sea físico o digital, para captar la atención de su víctima. Mientras la persona está centrada en ayudar, un segundo ladrón aprovecha la distracción para robar el móvil.
La Policía no tiene estadísticas exactas sobre cuántos robos se cometen con este modus operandi, pero ha recibido suficientes informes para considerarlo una amenaza. Este tipo de estafas es más frecuente en lugares turísticos, aunque puede ocurrir en cualquier ciudad.
Para protegerse, se recomienda mantener siempre a la vista y bien aseguradas las pertenencias. Si alguien pide ayuda de manera sospechosa, es mejor declinar cortésmente y seguir el camino. Además, es crucial denunciar cualquier robo y utilizar aplicaciones como «Buscar» para intentar localizar el dispositivo robado. La desconfianza y la precaución son las mejores herramientas para evitar ser víctima de estos robos.
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