
La inteligencia artificial de McDonald’s, utilizada para contratar personal, sufrió una grave vulnerabilidad debido a una contraseña sumamente débil: «123456». Este fallo permitió el acceso a millones de registros personales de candidatos. El chatbot Olivia, desarrollado por Paradox.ai y usado en el portal McHire.com, fue el centro de esta brecha de seguridad. Investigadores descubrieron que con un simple acceso se podía obtener información sensible como nombres, correos y teléfonos de los aspirantes.
Este problema resalta la importancia de usar contraseñas robustas, ya que la brecha se debió a una falla básica en medidas de seguridad. McDonald’s ha responsabilizado a Paradox.ai, su proveedor, mientras que esta última ha puesto en marcha un programa de recompensas para la detección de futuras vulnerabilidades. Aunque Paradox.ai asegura que ningún tercero no autorizado accedió a los datos, el incidente subraya los riesgos de externalizar procesos de contratación a plataformas de IA sin las adecuadas medidas de ciberseguridad.