La reciente votación en España sobre la reducción de la jornada laboral, que fue rechazada, ha reavivado el debate sobre la productividad real durante las 40 horas semanales de trabajo. Muchas investigaciones sugieren que el cansancio reduce la efectividad, y que se pueden emplear estrategias para realizar las tareas en menos tiempo.
Los expertos señalan que es clave identificar y evitar las «trampas de tiempo» para mejorar la productividad. Una de estas trampas es conversar en exceso con los compañeros. Aunque la socialización es positiva, puede convertirse en una distracción que reduce el tiempo disponible para el trabajo.
Otra trampa común es enfocarse demasiado en tareas mínimas. Estar ocupado con correos y reuniones no siempre significa ser efectivo. Es vital priorizar las actividades que realmente aportan valor.
El descanso también juega un papel crucial. Los descansos breves son necesarios, pero es importante no caer en la tentación de navegar por redes sociales, lo que puede llevar a la procrastinación. Utilizar un temporizador puede ayudar a gestionar mejor estos momentos.
Además, es esencial no atender asuntos personales durante el horario laboral, ya que esto puede desdibujar los límites entre la vida personal y profesional, afectando la concentración y productividad.
Por último, evitar la microgestión es fundamental. Supervisar en exceso a los compañeros consume tiempo y genera desconfianza. En su lugar, es mejor apoyar y confiar en el equipo para fomentar un ambiente de trabajo más eficiente. Estas prácticas pueden ayudar a cumplir con las tareas laborales sin extender la jornada.