Para proteger dispositivos al cargar en lugares públicos, un bloqueador USB es esencial. Estos pequeños adaptadores evitan la transferencia no autorizada de datos, eliminando físicamente las líneas de datos del cable, permitiendo solo el flujo de energía. Esto previene técnicas como el ‘juice jacking’, donde hackers pueden introducir malware en tu dispositivo a través de puertos USB públicos.
Al elegir un bloqueador, es crucial que indique que las líneas USB-C SuperSpeed y USB2 D+/D- están desconectadas. Algunos modelos baratos pueden no bloquear los datos de manera efectiva o interferir con la carga rápida. Un ejemplo confiable es el modelo de Startech, que es económico y de una marca reconocida. Sin embargo, lo más seguro es usar una batería externa o un enchufe convencional si es posible, ya que los bloqueadores USB no protegen contra amenazas que no usan el canal de datos USB.
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