CapCut, popular app de edición de vídeo de ByteDance, ha perdido adeptos tras introducir cambios en su modelo de suscripción y términos de uso. Previamente favorita por ofrecer funciones avanzadas sin coste, la app ahora cobra por características esenciales como subtítulos automáticos y exportación sin marca de agua. Los planes Pro han duplicado su precio, y muchos usuarios se sienten penalizados, percibiendo la plataforma más como una red social invadida por anuncios que como una herramienta profesional.
Además, las nuevas condiciones de uso permiten a CapCut utilizar el contenido de los usuarios para fines promocionales y de IA, lo que ha generado preocupación entre creadores por temas de privacidad y derechos de autor. La comunidad ha mostrado su descontento, con foros y redes sociales llenos de quejas y análisis críticos sobre los cambios. Este caso ilustra los riesgos de priorizar la monetización a costa de la fidelización del usuario.