Las nuevas leyes que regulan las llamadas comerciales buscan reducir el spam al exigir que estas provengan de números especiales o con prefijos específicos. Sin embargo, la práctica del spoofing telefónico, que permite a los estafadores camuflarse con números aparentes de confianza, sigue siendo un problema. Esto lleva a que muchos usuarios bloqueen números sospechosos, sin darse cuenta de que también podrían estar bloqueando llamadas legítimas.
El spoofing consiste en suplantar números de teléfono para hacerse pasar por empresas o entidades fiables, con el objetivo de obtener datos personales de las víctimas. Al recibir una llamada de un número desconocido que parece sospechoso, es común buscar información en Internet o, si se identifica como fraudulenta, bloquearlo directamente. Aunque esta medida protege contra llamadas indeseadas, también puede impedir que recibamos llamadas legítimas de números que han sido utilizados para estas prácticas fraudulentas.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad advierte sobre esta técnica, y aunque la probabilidad de bloquear inadvertidamente un número legítimo es baja, existe. Por ello, se recomienda revisar periódicamente la lista de números bloqueados en los dispositivos para asegurarse de que no se haya incluido accidentalmente un número importante. Al hacerlo, evitamos perder comunicaciones con personas o instituciones que realmente necesitan contactarnos.