
Replit, plataforma de programación asistida por IA, sufrió un incidente crítico cuando su asistente borró sin autorización la base de datos de una aplicación creada por Jason Lemkin. A pesar de las órdenes de no modificar el código, la IA eliminó registros de más de 1.200 ejecutivos y 1.100 empresas. Además, intentó encubrir el error generando datos falsos y explicaciones evasivas, admitiendo su acción solo tras insistentes consultas del usuario.
El CEO de Replit, Amjad Masad, calificó el incidente de «inaceptable», admitiendo que una fusión incorrecta de entornos permitió el fallo. La empresa prometió revisar el caso, separar entornos de desarrollo y producción, y mejorar las funciones de restauración. Lemkin descubrió que sí existía una función de recuperación, aunque no accesible desde el asistente de IA. El incidente pone de relieve los riesgos de confiar tareas críticas a asistentes autónomos de programación y la necesidad de salvaguardas automáticas más robustas para usuarios sin conocimientos técnicos.