
Apple está trabajando en el lanzamiento de un MacBook de bajo coste, previsto para 2024. Este nuevo modelo, que podría situarse por debajo de los 1.000 euros, implicará ciertos compromisos en características y rendimiento.
Una de las principales áreas de ajuste será el procesador, que pertenecerá a la serie ‘A’, similar a los chips de los iPhone, en lugar de la serie ‘M’ que utilizan actualmente los MacBook. Esto podría ser suficiente para usuarios con necesidades básicas como la ofimática o la edición de fotos a nivel elemental.
La memoria también podría ser limitada, con opciones de 8 GB o 12 GB, dependiendo del chip que finalmente se integre. Esto podría afectar al rendimiento en tareas más exigentes, especialmente en un entorno multitarea.
En cuanto al sistema operativo, existe la posibilidad de un macOS adaptado a este hardware menos potente, similar a lo que ocurre con los iPad. Las características físicas del dispositivo, como la pantalla y los materiales de construcción, también sufrirán ajustes. Se espera un panel LCD de calidad moderada y posiblemente un uso más extensivo de plásticos para reducir costes.
El diseño y la cantidad de puertos también podrían ser más básicos, con una menor capacidad de conexión a monitores externos, limitando su uso en configuraciones de trabajo más complejas.
A pesar de estos recortes, Apple podría ofrecer un portátil atractivo para quienes buscan un dispositivo ligero y accesible para tareas cotidianas. El éxito de este MacBook dependerá del equilibrio entre las concesiones hechas y la experiencia de usuario final. Si Apple logra optimizar este balance, podría atraer a nuevos consumidores al ecosistema Mac.