Apple está trabajando en sus propios sensores de imagen para el iPhone, lo que podría significar el fin de la colaboración con Sony en este aspecto. Este movimiento es parte de una estrategia que la empresa ha seguido desde el iPhone 4, cuando comenzó a diseñar sus propios procesadores, lo que le ha permitido controlar mejor la experiencia del usuario.
Apple ha aplicado esta filosofía a sus ordenadores Mac, abandonando Intel en 2020, y más recientemente al chip de conectividad 5G, prescindiendo de Qualcomm. Ahora, la atención se centra en las cámaras, un componente crucial donde Apple aún depende de los sensores de Sony.
Recientemente, Apple patentó un sensor de imagen con píxeles apilados de alto rango dinámico y bajo ruido, capaz de alcanzar 20 pasos de rango dinámico, acercándose a la percepción humana. El sensor ya está en fase de prototipo en sus laboratorios. Este desarrollo podría suponer un gran avance en fotografía móvil, superando incluso a las cámaras profesionales.
Aunque Apple diseña sus sensores, probablemente recurrirá a Sony para su fabricación, similar a cómo TSMC produce sus procesadores. Así, Apple mantiene el control del diseño mientras delega la producción. Se espera que estos nuevos sensores puedan debutar en el iPhone 18 Pro en 2026. La historia muestra que cuando Apple toma el control de un componente, suele dominar el mercado, como sucedió con Intel y Qualcomm. Sony podría ser el siguiente en esta lista.
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