Apple, ante las nuevas tarifas arancelarias impuestas por Estados Unidos, ha revelado que los costes para el trimestre de abril a junio fueron de 800 millones de dólares, y estima un aumento a 1.100 millones para el siguiente periodo, que incluye el lanzamiento del iPhone 17. Tim Cook, CEO de Apple, ha advertido sobre la volatilidad de estas cifras debido a la cambiante situación geopolítica, especialmente con China, donde los aranceles, que alcanzaron el 154%, podrían reducirse a un 80% tras recientes acercamientos entre gobiernos.
A pesar de las presiones del gobierno de Trump para fabricar iPhones en Estados Unidos y así evitar aranceles, Apple no contempla esta opción debido a su inviabilidad económica y logística. La empresa ha optado por aumentar la producción en India, lo que ha permitido que este país sea el origen del 44% de los smartphones importados a Estados Unidos en el último trimestre, frente al 25% que ahora representa China.
Esta estrategia en India busca mitigar los efectos arancelarios, aunque las dificultades para trasladar la producción desde China han sido considerables. La situación actual refleja un cambio significativo en la cadena de suministro global de Apple y otras compañías tecnológicas.
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