Google ha implementado en sus nuevos Pixel 10 una tecnología llamada certificación C2PA, diseñada para autenticar las imágenes y combatir los deepfakes. Esta tecnología funciona como un «DNI» de las fotos, permitiendo verificar su origen y si han sido modificadas. Cuando se toma una foto con un Pixel 10, la app de cámara añade automáticamente una credencial oculta en el archivo, que registra información sobre su origen, como «capturada con Pixel Camera». Si la imagen es editada con IA en Google Fotos, la credencial se actualiza para reflejar estos cambios.
Este sistema cuenta con un historial protegido por una firma digital criptográfica, similar a la seguridad de las transacciones bancarias online, lo que facilita reconocer si una imagen ha sido alterada. Sin embargo, no todos los dispositivos Android serán compatibles, ya que requiere del hardware específico del Pixel 10, que incluye el chip de seguridad Tensor G5 y el Titan M2, alcanzando el «Nivel de Garantía 2», la calificación de seguridad más alta del programa C2PA.
En cuanto a la privacidad, Google ha asegurado que cada foto genera una clave criptográfica y un certificado de un solo uso, imposibilitando el rastreo del usuario, ya que no hay dos fotos con la misma firma digital. Esto hace que sea criptográficamente imposible vincular fotos publicadas de manera anónima con otras que tienen autoría.
Esta tecnología debutó en los dispositivos Pixel 10 y está integrada en la app de cámara y Google Fotos. No obstante, se ha desarrollado sobre las herramientas de seguridad de Android, lo que permitirá a otros desarrolladores implementar estas APIs en sus aplicaciones en el futuro.