Hace apenas dos años, Google luchaba con Bard, su primer intento fallido de competir con ChatGPT de OpenAI. Bard, lanzado en febrero de 2023, resultó ser un producto problemático, con errores y un rendimiento que dejaba mucho que desear. Google, a pesar de ser pionero en inteligencia artificial, tardó en presentar una herramienta competitiva, lo cual fue un revés significativo para la empresa.
El éxito de ChatGPT impulsó un cambio en la industria tecnológica hacia la IA, dejando a Google en una posición incómoda. A pesar de haber desarrollado gran parte de la tecnología subyacente, como la arquitectura Transformer en 2017, la empresa no logró capitalizar su liderazgo inicial. Bard se mantuvo en desarrollo durante 2023, pero no alcanzó las expectativas.
La solución llegó con Gemini, que nació en diciembre de 2023. Este nuevo enfoque, impulsado por una fuerte inversión en IA y el liderazgo de Google DeepMind, permitió a la empresa recuperar terreno. Gemini sustituyó a Bard a principios de 2024, marcando un nuevo capítulo en la estrategia de IA de Google.
Gemini ha superado a ChatGPT en varias áreas, destacando en generación multimodal y aplicaciones integradas en el ecosistema de Google. La compañía ha centrado sus recursos en desarrollar Gemini, fusionando sus departamentos de IA y ampliando sus capacidades. Con Gemini 3.0 en desarrollo, Google busca consolidar su posición y evitar repetir los errores del pasado.
El futuro de Google en IA pasa por seguir expandiendo las herramientas basadas en Gemini, integrándolas en sus productos y servicios para mejorar la experiencia del usuario. La empresa ha demostrado su capacidad de recuperación, convirtiendo un inicio incierto en un resurgir impresionante.
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