
Tras actualizar a iOS 26, muchos usuarios han notado que la batería de sus iPhones se agota más rápido. Apple ha confirmado que este problema es temporal y se debe a procesos intensivos de fondo. Después de una gran actualización, el sistema realiza tareas como reindexar datos, analizar la fototeca y recalibrar el sistema, lo que consume más batería de lo habitual.
Aunque pueda resultar molesto, Apple insiste en que actualizar el sistema es crucial por motivos de seguridad, acceso a nuevas funciones y mejoras de estabilidad. Para mitigar el impacto, se recomienda dejar el iPhone conectado a la corriente y al Wi-Fi durante la noche, permitiendo que el dispositivo complete estos procesos. Normalmente, el rendimiento de la batería vuelve a la normalidad en 24 a 48 horas.
Además, iOS 26 introduce el Modo de consumo adaptativo, disponible solo para iPhone 15 Pro y modelos superiores, que ajusta el consumo de energía de manera más eficiente que el modo de bajo consumo tradicional.
Para quienes prefieren la estabilidad, esperar a una actualización menor, como iOS 26.1, que podría llegar en un mes, podría ser la mejor opción. Esta versión suele corregir errores y optimizar aún más el sistema. En resumen, aunque el consumo de batería inicial es un inconveniente, las mejoras y funciones nuevas justifican la actualización a largo plazo.