Un innovador experimento tecnológico ha llevado a un programador a transformar un vapeador desechable en un diminuto servidor web. Este dispositivo, normalmente desechado como basura electrónica, contiene microcontroladores que se han utilizado para alojar una página web.
El proyecto comenzó con la recolección de vapeadores para reutilizar sus baterías, pero tras descubrir que algunos modelos contenían microcontroladores ARM Cortex-M0+, el programador vio la posibilidad de convertirlos en servidores. Aunque el hardware es muy limitado, con un procesador de 24 MHz, 24 KB de memoria flash y 3 KB de RAM, el reto era hacer que funcionara como un servidor web.
Para conectar el vapeador a Internet, se utilizó un antiguo protocolo llamado SLIP, similar a los módems de los años 90. Con herramientas de software, el microcontrolador pudo interactuar con Internet, permitiendo la incorporación de un mini servidor HTTP capaz de responder a peticiones del navegador.
Al principio, el servidor era extremadamente lento, pero tras optimizar el procesamiento de datos, se logró una respuesta mucho más rápida. Aunque no puede manejar aplicaciones pesadas ni mucho tráfico, el servidor puede servir páginas estáticas, ejecutar programas en C y ofrecer una sencilla API en JSON.
Este experimento destaca la potencial reutilización de dispositivos descartados y la posibilidad de lograr eficiencia con recursos limitados. Además, fomenta la curiosidad y el aprendizaje sobre sistemas embebidos. Aunque pueda parecer una broma, alojar una página web en un vapeador desechable abre la puerta a nuevas formas creativas de reutilización tecnológica.