
James Howells, un ingeniero de Gales, lleva más de una década intentando recuperar un disco duro que accidentalmente desechó y que contenía la clave para acceder a 8.000 bitcoins, valorados hoy en más de 950 millones de euros. Ante la negativa de las autoridades locales de permitirle excavar el vertedero donde cree que está el disco, Howells ha ideado nuevos planes para monetizar su historia.
Recientemente, Howells anunció su intención de crear una red DeFi (finanzas descentralizadas) sobre Bitcoin, utilizando un nuevo token que simboliza los bitcoins perdidos. Este token no requiere el acceso a los bitcoins originales, ya que representa simbólicamente el valor de las monedas perdidas. La red de capa 2 busca mejorar la capacidad de transacción de Bitcoin.
Además, Howells ha vendido los derechos de su historia a una productora de Los Ángeles, que planea realizar una docuserie, un pódcast y contenidos para redes sociales. El proyecto, titulado «El Bitcoin enterrado: la búsqueda del tesoro real de James Howells», está previsto para estrenarse en 2025.
Howells ha intentado diversas estrategias para recuperar el disco, incluyendo la contratación de un equipo de expertos para excavar el vertedero y una demanda contra el ayuntamiento de Newport. Sin embargo, las autoridades se oponen debido a preocupaciones ambientales y legales. Ante estas dificultades, Howells incluso consideró comprar el vertedero, pero sin éxito.
A pesar de los obstáculos, Howells sigue decidido a recuperar su fortuna, ya sea a través de la excavación del vertedero o mediante la monetización de su historia. Su caso destaca la volatilidad y los riesgos asociados con las criptomonedas, así como las oportunidades que ofrecen para reinventarse en situaciones adversas.