Google ha esquivado una gran reestructuración tras el fallo del juez Amit P. Mehta, quien dictaminó que la empresa no tendrá que vender Chrome ni desprenderse del control de Android. Sin embargo, Google deberá compartir información de su buscador con sus rivales, lo que podría afectar su dominio en el mercado de búsquedas.
Este fallo beneficia indirectamente a Apple, que recibe grandes ingresos de Google por establecer su buscador como predeterminado en sus dispositivos. Ahora, Apple podrá recibir ofertas de otras compañías como Bing y podría aumentar sus beneficios al negociar con varios buscadores a la vez. Aunque Google podrá seguir pagando a Apple, ya no podrá exigir exclusividad, abriendo la competencia.
Empresas rivales como DuckDuckGo critican la sentencia, argumentando que Google mantendrá su monopolio y los consumidores seguirán perjudicados. A pesar de los cambios, Apple se posiciona como la gran ganadora, ya que podría obtener mayores ingresos por ser un punto clave en la negociación de buscadores predeterminados.
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