Apple está impulsando la automatización en su cadena de suministro para disminuir su dependencia de China y enfrentar las consecuencias de la guerra arancelaria entre Estados Unidos y el gigante asiático. Tradicionalmente, la producción de Apple ha estado centrada en China, donde se emplea una mano de obra intensiva con procesos parcialmente automatizados. Sin embargo, la compañía está cambiando su enfoque hacia una mayor automatización en países como India.
Según un informe de Digitimes, Apple comenzará a exigir a sus proveedores que inviertan en robots, maquinaria y mejoras en los procesos automatizados. Esta medida pretende crear una cadena de montaje más eficiente y menos dependiente del trabajo manual, como el atornillado de iPhones a mano. La automatización ya no será opcional, sino obligatoria, con el objetivo de reducir los riesgos laborales y geopolíticos.
Este cambio estratégico implica un mayor coste a corto y medio plazo para los proveedores de Apple, que deberán asumir las inversiones necesarias en tecnología. Sin embargo, a largo plazo, la automatización permitirá reducir la importancia de China en el proceso de producción y facilitar el traslado de líneas de montaje a otros territorios, como India o Vietnam.
La decisión de Apple busca también mitigar los riesgos asociados con la concentración de su producción en un solo país, especialmente en un contexto de tensiones comerciales y políticas. Aunque las consecuencias de este cambio aún no son totalmente medibles, se espera que resulte en una producción más flexible y menos vulnerable a factores externos.
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