Apple ha logrado un alivio temporal en la guerra comercial con China, evitando un aumento de aranceles del 145% que podría haber afectado significativamente sus márgenes en el lanzamiento del iPhone 17. Los aranceles se han pospuesto 90 días, hasta mediados de noviembre, gracias a una orden ejecutiva de última hora firmada por Donald Trump. Este respiro coincide con el crucial cuarto trimestre fiscal, que incluye el lanzamiento del iPhone 17 y el periodo de compras del Black Friday.
Sin embargo, Apple sigue enfrentándose a aranceles del 30%, una cifra considerablemente alta comparada con el 3% previo al conflicto. Estos aranceles ya han impactado en los resultados de Apple, con un golpe de 800 millones de dólares en el tercer trimestre fiscal y un estimado de 1.100 millones para el cuarto trimestre si la situación no cambia.
Aunque Apple ha diversificado parte de su producción hacia India, esta estrategia no ha sido completamente efectiva debido a los aranceles que también afectan a los productos fabricados allí. Asimismo, las recientes tensiones entre Estados Unidos e India complican aún más la situación.
Con este aplazamiento, Apple busca maximizar la producción y las importaciones antes de que los aranceles del 145% puedan entrar en vigor. La compañía aún no ha decidido si trasladará estos costes a los consumidores, pero se especula con que podría aumentar los precios globalmente para mitigar el impacto financiero. Las novedades del iPhone 17 podrían utilizarse para justificar posibles incrementos sin mencionar directamente los aranceles.
El futuro de la política arancelaria de Estados Unidos será crucial para las estrategias de producción y precios de Apple, especialmente con la temporada navideña a la vuelta de la esquina. La compañía trabaja intensamente para adaptarse a un entorno comercial volátil y asegurar su posición en el mercado global.