Un móvil viejo puede convertirse en un GPS para bicicleta, ahorrando dinero y reutilizando dispositivos. En vez de gastar más de 100 euros en un GPS específico, se puede aprovechar un dispositivo antiguo que permita instalar aplicaciones. El tamaño pequeño y una buena duración de batería son ideales. Un soporte robusto para el manillar es esencial para asegurar el móvil durante el trayecto.
Para navegar, se pueden usar aplicaciones como CoMaps y Topo GPS. CoMaps es open source y gratuita, permitiendo descargar mapas y crear rutas sin conexión, mientras que Topo GPS ofrece mapas detallados a bajo coste, con funciones para planear rutas a medida. Con esta solución, se evita el consumo de batería del móvil principal y se dispone de un GPS funcional por unos 20 euros. Esta estrategia es perfecta para quienes disfrutan del ciclismo en montaña sin invertir en dispositivos caros.