Apple y Samsung han firmado un acuerdo para fabricar sensores de cámara en Texas, lo cual representa un cambio significativo en la estrategia de Apple de producción. Esta colaboración tiene como objetivo aprovechar la experiencia de Samsung en sensores de alta resolución, como los de 200 megapíxeles que ya emplean en sus dispositivos Galaxy.
La alianza se produce en un contexto en el que Apple busca trasladar más de su producción a Estados Unidos, una estrategia que se ha acelerado gracias a las políticas de Donald Trump. El exmandatario incentivó a Apple a fabricar más dentro del país, lo que ha llevado a la compañía a recurrir a Samsung como socio estratégico para este propósito.
Samsung pondrá a disposición de Apple su planta en Austin, donde se fabricarán los sensores según las especificaciones exactas de Apple, similar a lo que ya hacen con TSMC para los procesadores. Los preparativos para las pruebas iniciales ya están en marcha, con la producción en masa prevista para marzo de 2026. Esto podría permitir que los nuevos sensores estén listos para el iPhone 18 Pro, que se espera para septiembre de ese mismo año.
Hasta ahora, Apple ha dependido de Sony para sus sensores, pero la experiencia de Samsung en tecnología de sensores de alta resolución ha captado la atención de Apple. Esta colaboración no desplaza a Sony completamente, ya que Apple seguirá utilizando sus sensores para otras cámaras y modelos más básicos.
El acuerdo entre Apple y Samsung no solo representa un avance tecnológico, sino también una estrategia para cumplir con las demandas de fabricación local de EE.UU. Esta alianza podría marcar el inicio de una nueva era de convivencia y colaboración entre dos antiguos rivales, beneficiando tanto a las empresas como a los consumidores. La transición hacia sensores de mayor resolución permitirá a Apple mejorar sus cámaras manteniendo su control sobre el proceso de diseño y fabricación.