Microsoft ha desarrollado una IA llamada Recall para Windows 11, diseñada para hacer capturas de pantalla del escritorio de manera continua. Sin embargo, esta función ha generado preocupaciones entre expertos en seguridad, quienes advierten que podría capturar datos sensibles como contraseñas y tarjetas de crédito, convirtiéndose en un objetivo para ciberdelincuentes.
Aunque Microsoft ha implementado filtros para evitar capturar información sensible, pruebas recientes indican que no son completamente infalibles. En algunos casos, Recall ha capturado detalles de tarjetas de crédito y balances bancarios visibles en pantalla. Aunque no siempre registra credenciales de acceso, la exposición de información sobre el banco del usuario puede facilitar ataques de phishing.
Microsoft ha mejorado la seguridad al almacenar los datos de Recall de forma cifrada en el dispositivo. No obstante, si un atacante obtiene acceso a la cuenta del usuario, podría acceder a estas capturas. Los expertos concluyen que, aunque los filtros de seguridad han mejorado, siguen siendo insuficientes para garantizar la protección de datos críticos almacenados en el equipo.
La controversia en torno a Recall subraya los riesgos de seguridad asociados con las funciones de captura de datos en tiempo real y plantea la necesidad de mejorar los mecanismos de protección para evitar posibles brechas de seguridad en los dispositivos.