Tras una semana usando solo aplicaciones Open Source en un móvil Android, se experimentan tanto ganancias como pérdidas significativas. Apostar por el software libre permite una mayor privacidad, control total de los datos y una notable mejora en la velocidad del dispositivo, ya que las apps alternativas son más ligeras y rápidas. Sin embargo, el proceso de desconexión de Google también presenta desafíos, como la falta de integración perfecta de servicios y la dificultad de encontrar alternativas a productos como Google Maps o la inteligencia artificial de Google.
Las aplicaciones de Fossify han sustituido con éxito a las utilidades básicas de Google, mientras que para el almacenamiento de fotos, un servidor privado con Immich ha reemplazado a Google Fotos. En el ámbito de las notas, NotallyX y EasyNotes han sido excelentes sustitutos de Google Keep. Sin embargo, desprenderse de Google Maps ha sido complicado, y aunque OsmAnd es viable, su base de datos es inferior.
El correo ha sido gestionado con Proton Mail, pero la falta de integración y la necesidad de usar Gmail para el trabajo han sido notorias. La ausencia de una alternativa sencilla para el hogar conectado, como Google Home, y la falta de una IA comparable a la de Google son otras desventajas.
A pesar de los inconvenientes, la experiencia ha demostrado que un equilibrio entre las herramientas de Google y el Open Source es posible, permitiendo una mayor soberanía digital sin sacrificar todas las comodidades del ecosistema de Google. La clave está en estar dispuesto a cambiar conveniencia por control y privacidad.
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