En 1996, un técnico de TI llamado Brad, encargado de actualizar el software de más de cien ordenadores en un minorista de alimentos de EE. UU., enfrentó un problema crítico con Excel. Al actualizar a Microsoft Office 97/8.0, descubrió que las hojas de cálculo no se abrían correctamente entre PCs y Macs, causando corrupción de archivos.
Desesperado, Brad envió un correo directo a Bill Gates describiendo el bug. Sorprendentemente, recibió respuesta de un desarrollador de Microsoft en 48 horas. Tras una detallada conversación, el problema fue identificado y corregido. Microsoft envió a Brad una nueva versión del software que solucionó el error, lo que le permitió instalarla en los equipos y salvar su empleo.
Aunque Brad nunca confirmó si su mensaje llegó a Gates, la rápida respuesta de Microsoft le sigue sorprendiendo. Años después, lamenta no haber aprovechado la oportunidad para solicitar un puesto en Microsoft en su correo de agradecimiento.