Android, originalmente conocido por su apertura, está siendo cada vez más restringido. Google ha modificado el desarrollo de AOSP, el Android libre, mientras los fabricantes limitan el desbloqueo del bootloader, afectando la esencia del sistema operativo. En Europa, una directiva reciente apoya estas restricciones.
Google ha dado un paso más al limitar los mensajes RCS en dispositivos que no cumplen sus requisitos de seguridad, bloqueándolos en móviles con sistemas alternativos. Aunque no es del todo nuevo, esta medida es más restrictiva que en el pasado, como en el caso de WhatsApp, que limita algunas funciones pero no bloquea completamente el uso de su app.
La justificación de Google es la seguridad, argumentando que busca impedir abusos de RCS para spam. Este movimiento coincide con la presión regulatoria y la Directiva de Equipos de Radio de la UE, que responsabiliza a los fabricantes del software que controla las radios de los móviles. Mientras, Samsung podría eliminar el desbloqueo del bootloader globalmente.
Estos cambios reflejan una tendencia hacia un ecosistema Android más cerrado, similar al de iOS. Google podría estar preparando un futuro en el que Android se fusione con ChromeOS, consolidando su plataforma y alejándose del modelo abierto que lo caracterizaba. La lenta transformación de Android sugiere un alejamiento de su origen libre y personalizable.