Un experimento inspirado en un consejo de Jake Knapp, exdiseñador de Google, sugiere vaciar la pantalla de inicio del iPhone para reducir su uso. La idea es que al no ver iconos de aplicaciones, el usuario se piense dos veces antes de abrir el móvil por inercia. En la práctica, aunque al principio parece eficaz para disminuir el uso innecesario del dispositivo, el método acaba siendo engorroso cuando se busca utilizar el teléfono de manera intencionada. Deslizar continuamente y buscar aplicaciones específicas puede romper el flujo de trabajo.
Alternativamente, los modos de concentración de iOS ofrecen una solución más flexible y efectiva. Estos permiten personalizar las notificaciones y las aplicaciones accesibles según el contexto, adaptándose mejor a las necesidades del usuario sin añadir fricción innecesaria. Configurar un modo para trabajo, ocio o descanso permite mantener el enfoque sin perder funcionalidad, mostrando que vaciar la pantalla principal, aunque útil inicialmente, no es el método más práctico a largo plazo.
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